Siguiendo las andanzas de nuestro famoso caballero D. Quijote, nos hemos adentrado en el interior de la Mancha, allá donde había unos gigantes que parecían molinos (¿o era al revés?) y donde un pobre Sancho, que evitando pagar en una venta, recibió una buena somanta de palos. Lo hemos pasado fenomenal y hemos vivido nuestras propias aventuras. ¡Hasta la próxima!
jueves, 30 de abril de 2015
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